Se dice que Richard Sheridan, el famoso dramaturgo inglés del siglo XVIII, preguntó una noche a un grupo de amigos:
–– “¿Vamos a beber como hombres o como bestias?”.
–– “Por supuesto que como hombres” –replicó el grupo.
“Entonces, nos vamos a poner una borrachera tremenda, ya que las bestias nunca beben más de lo necesario” –comentó Sheridan.